Este cuento perteneciente a la serie "Los vuelos rasantes del ángel delator" ya lo había publicado en este blog. Les dejo un párrafo y un link para quien quiera leerlo completo en honor a todos los ciudadanos rosarinos y a los canillitas de la revista "Angel de Lata" de la ciudad de Rosario que han vendido en 4 días 5.000 ejemplares, dando así una clara demostración de que en medio de la tormenta de la crisis pueden llover bigornias de punta que la gente siempre va a estar esperando el chaparrón con los paraguas invulnerables de la solidaridad abiertos. Gracias pueblo. / La primera ilustración es un primerísimo primer plano inédito del ángel de lata, la segunda es un detalle de la tapa de la revista. / Marcador Edding 1200, pasteles, lápices pastel, microminas Unix Line Microtech y témpera blanca sobre papel madera.
"Con los brazos cruzados, recostada en las rejas del lado de afuera de una celda, bamboleando la cabeza de un lado para el otro y mostrando esa sonrisa de conformidad con la que, bienintencionadamente, nos engañan los disconformes, Norita parecía querer decirme algo..."
Para seguir leyendo haga click aquí: http://eldesmitificadorargentino.blogspot.com/2008/12/el-ngel-de-lata.html
8 comentarios:
Exquisitas!!!
Bocatto di cardenale para un domingo
a la hora del vermut
(mientras se hace la paella)
Lo haré!
Buen provecho Tatita
No me caben dudas de que lo hará, Señor Aime, usted es un hacedor.
El texto lo había leído ya, pero está tan bueno que lo leí de nuevo.
El ángel de lata es un honor para los rosarinos, por muchas razones, entre ellas, delatar grandes vergüenzas.
Gracias Tomi!
Capaz que los pibe del Ángel de lata no se van a enterar de este piropo no se van a enterar, Nicolás.
Sigo al angel. No es fácil . El vuela . Uno repta, casi. Está gordo. Come a diario. Uno carretea trabajosamente pero despegar es todo un tema. "3 pesos pal' que la vende" es todo un empujanazo para levantar vuelo. aunque la vergüenza tira para ajoba. Sigo al angel como puedo, como me da el cuero. El angel me ayuda a planear aunque levante polvillo con las plumas del pecho. ¡Tantas Noritas! Tantas Noritas que hay veces que no dormís vienéndoles bambolear la cabeza. Pero dale, las utopías y Artigas señalan que hay que seguir sembrando en el mar.
Amén, Manuel.
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