Portada y una de las viñetas correspondiente a la historieta "Polenta con pajaritos" del álbum "Los derechos del niño" editado por Ikusager en 1991 / Dibujos: el Tomi, Chantal de Spiegeleer, Carlos Nine, José Mª Beroy, Alain Bignon, Federico del Barrio / Cómic, cartoné color, 315 x 240 mm, 74 p. / Guión: Felipe Hernández Cava. Prólogo: Mª Jesús Aguirre.
El niño reclama su derecho a vivir con dignidad, respeto y amor. La galaxia del cómic universal le brinda estas impresionantes páginas.
10 comentarios:
Mi Amorcito de papel, intentando resucitar al pajarito q bajó su amigo...
GRAX X EL CONEJO!!
Las perlas,la inocencia y la ternura de un niño/a son algunas de las cosas mas puras de este tosco mundo...
Qué bueno Tomi tener la sensibilidad de poder participar de una publicación de este tipo. El maloperobueno me mandó una revista que publicaron con las ilustraciones de una exposición que hicieron distintos dibujantes sobre este tema. No tiene desperdicio. Claro que los adultos tenemos nuestros problemas, de los reales y de los otros, pero la verdad es que todo eso resulta pura frivolidad cuando te enfrentás con la realidad de un niño.
Qué suerte que todavia existimos!
hostia!
gracias por el comentario del otro día El Tomi.... Le hace agrandar innecesariamente a uno me parece je
Un abrazo maestro!
Por suerte en la época de la publicación yo era más chico y recibí un ejemplar.
Y eso que para mucha gente, tal ves demasiada, mi querida Anais, el papel del Conejo es un papel secundario.
...y la leche de vaca recién ordeñada en le tambo, Número Uno, no se me olvide...
Como dijera el Conejo, Viki -No se trata de que los niños anden derecho, se trata de que los derechos sean del niño-.
Usted no es de los que se agrandan, Luquita, usted es de los que se crecen. La diferencia es substancial.
Éramos chicos y nos pusimos a cumplir años, Manu, que pelotudez. Aunque vos siempre te lo tomaste mas en joda. Me acuerdo cuando cumpliste los cuarenta y cinco y anduviste todo el año contando que una mina te había preguntado la edad -Cuarenta y cinco- le dijiste asumiendo, y ella, muy astuta, te respondió -Le pregunté la edad, caballero, no el calibre-.
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