sábado, 20 de agosto de 2011

Pongo la mano en el fuego

"El regalo de los magos", ilustración para la portada de un libro de cuentos y "Escribir en la carcel es borrar un barrote", ilustración para la portada de una revista / Lápiz Othelo 06, pasteles, difumino y témperas sobre papel madera / Click sobre las imágenes para ampliar.

Pongo la mano en el fuego

Así en las ilustraciones como en la vida, es necesario saber desplegar la capacidad de amoldarse tanto a las suavidades como a las asperezas. Las asperezas utilizadas concienzudamente como símbolo dentro de una ilustración la cargan de un mensaje tan diferente como igualmente detectable al mensaje de las suavidades, por más sutilmente expresado que estén ambos. En este sentido, aprender a regular la conexión del pulso de la mano con el ritmo cardíaco tiene un papel fundamental, muy parecido al papel que cumple la perilla de la cocina para levantar el fuego de las hornallas al máximo, al mínimo o a cualquiera de los puntos de temperatura intermedios, por ejemplo, no está nada mal enfurecer el corazón adrede y apretar el puño si lo que queremos representar en el papel hace referencia a las brutalidades o a las injusticias, como tampoco está nada mal pacificar la frecuencia cardíaca hasta ir entibiando pacientemente la mano si lo que queremos dibujar tiene relación con la paz, ya sea esta en la tristeza o en las alegrías.


18 comentarios:

Lucas Fulgi dijo...

Alucinantes ilustraciones... y muy motivante tu descripción del dibujo como meditación.

Saludos

Silvi Rivoira dijo...

Conmovedor!!!Increible tu relato!!!

Vos pulis las asperezas y sacas lustre a las suavidades.

sirenasahogadasenvodka dijo...

muy hermoso el dibujo y te lo pido por unos dias, prestado. Me hace bien.
La belleza derrapa y todo lo cubre.

Netomancia dijo...

Fantásticas ilustraciones!!! La de arriba triste, la de abajo repleta de esperanza.
Saludos!

el Tomi dijo...

Motivar a la gente es una de mis tareas favoritas, Lucas, incluso más que dibujar.

el Tomi dijo...

Hay que endurecerse sin perder la ternura jamás- dijo el Che, y para un rosarino que se precie de tal lo que dice el Che es palabra santa, Silvi.

el Tomi dijo...

Ambos dibujos son de 1999, es decir, de hace la friolera de doce años. De vez en cuando me pongo a mirar viejos dibujos y me sorprendo pensando en quién era yo cuando los hice, entonces me doy cuenta que no es que sean viejos los dibujos sino que se hacen viejos los dibujantes, pero como usted dice, Sirenita, cuando campean este tipo de nostalgias, la belleza derrapa y todo lo cubre.

el Tomi dijo...

Yo creo que la esperanza tiene bastantes similitudes con la tristeza, Netomancia, sin ir más lejos la esperanza es lo último que se pierde y la tristeza no tiene fin.

Anónimo dijo...

Me ha dejado sin palabras... Algunos dibujos transmiten más que una editorial. Este es el caso.

el Tomi dijo...

...y algunas personas que se quedan sin palabras transmiten más que un dibujo y una editoral juntos, como es su caso, renegáu...

Alejandra dijo...

ese año 1999, fue el q me vine a vivir a Rosario, me hizo retroceder en tiempo y geografía...
é verdá lo q le dice a la sirenita, no son 'viejos' los dibujos, es a unx al q le 'pasa' el tiempo, o a ambos, o viceversa
el 'lápiz' ese con el q logra salir de su jaula el niño..me encantó! , usar un lápiz es liberador

rent appartment dijo...

Excelentes las imágenes.
Hasta se relacionan de una manera increíble.

hotel en talampaya dijo...

Muy bueno!

el Tomi dijo...

A fin de ese año, exactamente entre 1999 y el 2000, justo a las doce de la noche, colapsaría Internet ¿se acuerda?… mire de la que nos hubiéramos salvado, Ale. En fin… Rosario no se salvó de Internet pero recibió el premio de su presencia.
Hasta dibujar con el dedo en la arena es liberador.

el Tomi dijo...

¿No me diga que las imágenes se ven desde los apartamentos que usted alquila?

el Tomi dijo...

Ey...Talampaya... ¿Puedo colgar mis cuadros en su hotel?.

El Fan Nº1 dijo...

la belleza en mayusculas orlada por un filo argentino... mas se puede pedir¿?

el Tomi dijo...

Los filos dibujan muy buenas cicatrices, Número Uno, por eso algunas cicatrices resultan tan respetables.