viernes, 13 de agosto de 2010

La memoria de los lectores

Estas son un par de páginas de la historieta “Polenta con pajaritos” pertenecientes a la etapa en que decidí realizarlas en color a pesar de saber que se seguirían publicando en blanco y negro, aparecieron en la revista Fierro ochentera y en este caso no tiene la menor importancia el número de página, la consecución de las viñetas ni el sentido exacto del mensaje. Se trata de que un lector, una de esas personas que se toman el generoso trabajo de prestarnos un momento de atención, de colaborar con un instante de mirada y de hacernos un sitio entre los recuerdos de sus respectivas edades, me envió un mensaje enseñándome de que forma había archivado en su memoria una frase del guión para mantenerla latente hasta el día de hoy, a pesar de haber extraviado las revistas (no olviden que un libro prestado es medio libro perdido). Es increíble como se las ingenia la vida para seguir pagándonos los derechos de autor mucho tiempo después de que la editorial dejara de hacerlo. Gracias Iris Giménez (de Viedma, Rio Negro), en vos concreto mi humilde homenaje al día del lector, este próximo 29 de agosto, y mi reconocimiento a quienes con el simple acto de la lectura, dignifican nuestro intento y nos convierten en lo que somos. Te dedico la imagen y resucito el guión / Click sobre las imágenes para ampliar (y doble click para ampliar mas). Aprenderse las calles, ¡no sean giles!
si ya tienen puesto el nombre en las esquinas,
donde se enredan las batallas y los días,
donde se mezclan los héroes, las provincias...
donde se cruza un presidente inmaculado
con un país a donde venden cocaína
Aprenderse las calles. ¡Por favor!,
si no hay calles en América Latina.

Pero aprenderse las calles ¿para qué?
Si los próceres no quieren ser de calles.
Si San Martín cruzó los Andes al tanteo,
sin Corrientes, sin Floridas, sin señales,
sin semáforos en verde,
sin la mano de la madre.
¿Aprenderse las calles? ¡Que boludos!
Si total son laberinto de Rosario a Buenos Aires.

20 comentarios:

Manuel Aranda dijo...

Además de coincidir con el texto, no pude sustraérme, a primera vista, a remontarme a la vieja tapa del número aniversario de "Risario" en que confluían, en tu ilustración, dos calles que conformaban la esquina de "Chiste" y "Destino".

El mismo abrazo de entonces.

el Tomi dijo...

Es que, como vos habías dicho, “ser rosarino ya es un chiste del destino”, y sustraerse de algunas de tus frases, Manu, puede resultar una verdadera imprudencia.
A lo mejor somos dos calles nosotros, dos calles que confluyen de vez en cuando en una esquina, que coinciden en sus direcciones y que, para saber por donde van, se paran a leerse de nuevo el nombre en las ochavas. Leer es releer, dicen algunos escritores.

Manuel Aranda dijo...

A propósito de esto de los grandes encuentros, ausencias y nuevas confluencias, ayer me llamó Santia.

El Bolis, que aparentemente no deja mensajes, entra permanentemente en tu blog y se manifiesta deslumbrado como siempre por tu dibujo y ahora también por tu prosa.

Tiene un Facebook, el notable chef rosarino, especialista en langostas a la cacerola seca.

Pito dijo...

El TOMI esquina MANUEL ARANDA, yo quiero pararme ahi, me prendo un faso y espero, no existe la posibilidad de que no pase algo interesante.


Tomi, que gran trabajo grafico el de "Polenta" y que texto.

Abrazo.

andres casciani dijo...

que bueno verla a colores! impresionante laburo Don Tomi!

el Tomi dijo...

Recuerdo al pobre animal tratando de escapar de aquella incómoda situación, Manuel, me refiero al crustáceo, porque Santiaguito practicaba todo lo contrario, era un maestro metiéndose en problemas. Pero si eran notables sus artes culinarias, no lo eran menos las de comensal, sin ir mas lejos tenía un estilo desopilante para comer los huevos fritos, les recortaba la clara con la precisión de un cirujano hasta dejar la yema desnuda temblando en el medio del plato, y allí donde cualquiera le hubiera hundido un cacho de pan, él la montaba sobre el tenedor y sin mediar palabra, ante el pánico de las vestiduras del público presente, se la llevaba haciendo equilibrio hasta la boca, donde la hacía estallar como una bomba naranja dejando escapar por la comisura de los labios apenas un chorrito brillante, tan brillante como su inteligencia y su bondad.

el Tomi dijo...

Perdonemé que le diga, Pito, yo puedo ser esquina, pero Manuel es avenida hace rato, y de cuatro manos por lo menos. Le agradezco el piropo a la gráfica, el texto siempre me lo dictaron los pibes de la calle.

el Tomi dijo...

Ha visto, Andrés, cuando el pasado se publica en blanco y negro no hay que olvidarse de guardar los originales a color para que el presente los vea, y usted es parte indiscutible del presente.

anais dijo...

Y, si... Las calles, casi siempre, son nombres de batallas y generales, especialmente de la campaña "del desierto"... Menudo bajón!!! Y, aunque San Martín no haya tenido ni el caballo blanco, ni el poncho al viento, su imagen es conmovedora en los manuales de la primaria... "grande fue cuando el sol lo alumbraba y más grande a la puesta del sol". A veces, creerse ese tipo de mentiritas, sabiendo que son mentiritas, está bueno...

Besos al Conejo!

a.

el Tomi dijo...

A mi los militares siempre me cayeron mal, Anáis, fueran de la época que fueran, desde San Martín hasta Darth Vader. A ellos les debemos esa maldita costumbre de argumentar que hay que luchar para conseguir algo en esta vida, cuando en realidad para conseguir algo en esta vida no hace falta otra cosa que vivirla, en el mas amplio y pacífico sentido de la palabra. Ahí lo tiene al Conejo, sin ir mas lejos, revolcándose por el pasto son su beso. No me lo va a comparar con un orden de San Martín.

anais dijo...

Gran verdad, la suya, mi amigo! Pero, a veces, hay que tratar de buscar lo menos detestable entre lo detestable. Si lo vemos desde el lado de La Paz, la Historia de la escuela sería inenseñable. Y, si hay niños involucrados en el menéster, pequeñas herejías pueden ser casi el embrión para una dialéctica negativa. Siempre que hago referencias a la Historia, les digo "En realidad, no fue así como lo ven en este cuadro". Y ahí, viene mi explicación de la cosa.
Exceso de filosofía para esta hora de un domingo, especialmente cuando todavía no comí. Lo dejo, me voy a la plaza, a ver si está el Conejo revolcándose en el pasto.

a.

Milio dijo...

¿¡Por qué no entré antes a tu blog genio!?

el Tomi dijo...

-Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia- dijo mi conciudadano Litto Nebbia, pero tiene usted razón, Anáis, filosofar un domingo es como leer a Borges en la cancha. Si va a comer antes de ir a la plaza, no se olvide llevar un cacho de pan.

el Tomi dijo...

No se porque no entró antes, Milio, yo dejo la puerta abierta y dejo la llave del lado de afuera, pero no se preocupe demasiado, tenga en cuenta que el contacto virtual se ha globalizado de tal manera que de pronto nos ha hecho creer que poseemos el don de la ubicuidad y no, al contrario, capaz que hasta estamos mas desubicados que nunca. Sea bienvenido, cómplice.

Decur dijo...

Que hermoso quedó esto Tomi!

Un abrazo
Decur

el Tomi dijo...

Elogio que dice Decur, moneda decur so legal.

El fan Nº1 dijo...

Este de abajo sra Bolibar o quien?

el Tomi dijo...

El prócer en cuestión es el general argentino Don José de San Martín. Simón Bolívar era venezolano y le gano por goleada en el partido por la liberación de países latinoamericanos. Bolívar 5, San Martín 3 (aunque a Perú lo liberaron entre los dos).

iris giménez dijo...

Gracias, "El Tomi"!! Qué honor, qué emoción!

el Tomi dijo...

El iris, constantemente activo, regula la cantidad de luz que llega a la retina. Usted, Iris, también.