La estilográfica de dios
No creo que dios escriba. En realidad, para ser sincero, no creo ni siquiera que dios exista. Pero bueno, si dios existiera y escribiera, tendría la misma letra del Negro. Para ser mas concreto, mi teoría (susceptible de objeciones diversas, como todas las teorías) es que dios, desde que vio por primera vez los dibujos del Negro en la Hortensia, dejo de dibujar, y desde que los vio en la contratapa del Clarín, dejó de existir (o por lo menos todo este tiempo dejo de existir). Una de las razones por las que dejó de existir (siguiendo con mi teoría), es porque el que estaba en todas partes era el Negro. De la otra razón no estoy muy seguro, pero sospecho que, probablemente, el Negro haya sido dios. De otra manera me resulta sumamente difícil de entender cómo al pueblo argentino se les ocurrió eso de que "dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires" (aún sabiendo que el altar de la patria está en Rosario). No sé. La cuestión es que ahora se fue. Nos dejó infinidad de sonrisas, nos dejó miles de dibujos y nos dejó dos cuadros magníficos, el de la contratapa de Clarín y el de Rosario Central. Pero se fue, se fue y entonces, viendo como está el panorama, pido encarecidamente dos cosas, que dios exista (de nuevo) y que el negro no se vaya (más). Ya se que es mucho (o demasiado) pedir, pero bueno, soy optimista y reclamar no es el peor de mis defectos, y en todo caso, el mundo ha vivido siempre equivocado.
No creo que dios escriba. En realidad, para ser sincero, no creo ni siquiera que dios exista. Pero bueno, si dios existiera y escribiera, tendría la misma letra del Negro. Para ser mas concreto, mi teoría (susceptible de objeciones diversas, como todas las teorías) es que dios, desde que vio por primera vez los dibujos del Negro en la Hortensia, dejo de dibujar, y desde que los vio en la contratapa del Clarín, dejó de existir (o por lo menos todo este tiempo dejo de existir). Una de las razones por las que dejó de existir (siguiendo con mi teoría), es porque el que estaba en todas partes era el Negro. De la otra razón no estoy muy seguro, pero sospecho que, probablemente, el Negro haya sido dios. De otra manera me resulta sumamente difícil de entender cómo al pueblo argentino se les ocurrió eso de que "dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires" (aún sabiendo que el altar de la patria está en Rosario). No sé. La cuestión es que ahora se fue. Nos dejó infinidad de sonrisas, nos dejó miles de dibujos y nos dejó dos cuadros magníficos, el de la contratapa de Clarín y el de Rosario Central. Pero se fue, se fue y entonces, viendo como está el panorama, pido encarecidamente dos cosas, que dios exista (de nuevo) y que el negro no se vaya (más). Ya se que es mucho (o demasiado) pedir, pero bueno, soy optimista y reclamar no es el peor de mis defectos, y en todo caso, el mundo ha vivido siempre equivocado.
2 comentarios:
Un grande.....
Justo ese día,leí por primera vez los dioses del baldío de polenta con pajaritos, y encontre la dedicatoria.
Que loco, no?
Estaba en todos lados....
Hola Alfredo. Gracias de nuevo por acompañar. el Tomi
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