Bocetos para la búsqueda de un personaje / A lápiz sobre papel borrador / A pluma sobre papel blanco / A color (lápiz sanguina, lápiz sepia, lápiz pastel negro, pasteles en barra, lápices pastel, acrílico y difumino) sobre papel gris / Click sobre las imágenes para ver en serie, una vez allí, clik sobre la frase Show original (ángulo inferior izquierdo) para ampliar .
Yo dibujo bastante rápido, no lo voy a negar, me acostumbré mirando Disneylandia y creyendo a rajatabla que eran verdad algunos documentales que mostraban cómo unas manos armadas con un lápiz dibujaban a Pluto a una velocidad pasmosa. No era joda, che. Ver eso de sopetón con la mente de un pibito que andaba probando sus primeros garabatos producía un vértigo escalofriante. Así que sobrepuesto de la primera impresión, recuerdo haberme puesto en campaña para dibujar, como mínimo, a la misma velocidad que desarrollaban las manos de Disneylandia en aquel documental que, ahora no tengo dudas, había sido acelerado mecánicamente para ahorrar tiempo de grabación, algo muy parecido a lo que ahora llamamos speed painting.
De todos modos, al mismo tiempo que uno va adquiriendo mayor aceleración en la realización de un dibujo, se va dando cuenta que esto tiene sus ventajas y sus desventajas y que al final, sabiendo acomodar las velocidades según la necesidad del trabajo, terminan siendo todas ventajas.
Bocetar, por ejemplo, necesita velocidad, porque se captura la idea a la altura de la frente y se la clava en el papel lo más rápido posible para que no se escape, en cambio para los detalles del arte final, conviene tocar el freno y dejar que el pulso se tome su tiempo para no hacer derrapar el pincel fuera de los contornos del circuito establecido.
Estos son bocetos rápidos, muy rápidos, incluido el de color, porque estaba tratando de capturar la fisonomía de un personaje y darme una idea lo más concreta posible de cómo quedaría sobre la página tal y como si estuviera ya publicada.