Desarrollo de bocetos, arte final, diseño de portada y promoción publicitaria para televisión del número de Junio del 2006 de la revista “Toca Madera” de Barcelona / Click sobre las imágenes para ampliar y doble click para ampliar mas / Arte final: Lápiz sanguina, lápiz sepia, lápices pastel, lápices de colores, tempera y difumino sobre papel madera.
Como se puede apreciar hay dos opciones de arte final, una de ellas, en la que se ha cambiado el color del ojo visible, es una opción modificada por orden del gerente (ni siquiera del director editorial) y finalmente, la utilizada. Muchas veces, teniendo la responsabilidad de realizar la portada de una revista, resulta imposible defender el producto final sin mácula, ya no frente al director de arte sino frente al encargado de la producción o el gerente como en este caso. Yo defendía el pirata tal cual estaba, con su ojo color miel, argumentando (como es costumbre en mi) que era el idóneo para que la tapa cumpliera su función, que no es otra que la de vender la revista, pero ganó la opción ojo celeste retocado con Photoslop, con el mismo argumento que el mío. La revista se vendió muy bien, pero eso sí, nunca se sabrá si la causa fue el color del ojo o la fuerza expresiva de la ilustración en su totalidad. Esta es la diferencia primordial entre una pintura encargada para gráfica y una pintura puramente artística, la primera es una manualidad que puede quedar sujeta a modificaciones de terceras personas arguyendo un pago, la segunda es un tesoro inmodificable aunque después nos cueste la vida venderla. Sepa usted que una pintura firmada por dos pintores no es una pintura.
Como se puede apreciar hay dos opciones de arte final, una de ellas, en la que se ha cambiado el color del ojo visible, es una opción modificada por orden del gerente (ni siquiera del director editorial) y finalmente, la utilizada. Muchas veces, teniendo la responsabilidad de realizar la portada de una revista, resulta imposible defender el producto final sin mácula, ya no frente al director de arte sino frente al encargado de la producción o el gerente como en este caso. Yo defendía el pirata tal cual estaba, con su ojo color miel, argumentando (como es costumbre en mi) que era el idóneo para que la tapa cumpliera su función, que no es otra que la de vender la revista, pero ganó la opción ojo celeste retocado con Photoslop, con el mismo argumento que el mío. La revista se vendió muy bien, pero eso sí, nunca se sabrá si la causa fue el color del ojo o la fuerza expresiva de la ilustración en su totalidad. Esta es la diferencia primordial entre una pintura encargada para gráfica y una pintura puramente artística, la primera es una manualidad que puede quedar sujeta a modificaciones de terceras personas arguyendo un pago, la segunda es un tesoro inmodificable aunque después nos cueste la vida venderla. Sepa usted que una pintura firmada por dos pintores no es una pintura.