sábado, 27 de febrero de 2010
Dios me salve, María
viernes, 26 de febrero de 2010
miércoles, 24 de febrero de 2010
Abandono Buenos Aires
lunes, 22 de febrero de 2010
Langostino
viernes, 19 de febrero de 2010
Tomí, le canaille (Tomi, el canalla)
lunes, 15 de febrero de 2010
El polvo del eternauta
sábado, 13 de febrero de 2010
Con la guita que me queda (final de milonga)
Quisiera comprarte el alma con la guita que me queda
y que el diablo me conceda larga vida y poca muerte,
nunca cansarme de verte lo mas cerquita que pueda
y escribir como Espronceda pero en tu piel con mi suerte.
Quisiera pero no puedo porque no hay una moneda,
ni zapato en la vereda que le dure el contrafuerte
y en las espinas inertes de la impuntual rosaleda
cuelgan las medias de seda que intentaban contenerte.
Soy capaz de darte un fuelle así te sobra el aliento
y no parás un momento de respirarme en la oreja.
Me hago meter entre rejas si la libertad te aumento
y al oscuro me contento si a vos mas luz te refleja.
Soy capaz pero no puedo porque no queda mas vento,
ya ni el bofe es alimento y hasta el estoico se queja,
no queda una moraleja que explique como era el cuento
ni un frasco de linimento por si dios nos despelleja.
jueves, 11 de febrero de 2010
Con la guita que me queda (milonguita)
Quisiera comprarte el alma con la guita que me queda
y que el diablo me conceda larga vida y poca muerte,
nunca cansarme de verte lo mas cerquita que pueda
y escribir como Espronceda pero en tu piel con mi suerte.
Quisiera pero no puedo porque no hay una moneda,
ni zapato en la vereda que le dure el contrafuerte
y en las espinas inertes de la impuntual rosaleda
cuelgan las medias de seda que intentaban contenerte.
Todos los textos que aparecen en este blog son de mi autoría. De no ser así, cualquier trascripción estará debidamente aclarada con el nombre del autor correspondiente.
martes, 9 de febrero de 2010
viernes, 5 de febrero de 2010
miércoles, 3 de febrero de 2010
Indiosincracia 2
ya no hay gaucho que se duerma,
se le pone a hervir la esperma
y agarrate la pollera
porque vas a la catrera
aunque des parte de enferma.
Lo que no alcanzo a entender
es esa necesidad
de imponer la autoridad
tirándote un poncho encima.
No es el que menos se arrima
quien mas gana intimidad.
Pero ansina es la cuestión,
que la mujer no se asombre
si cuando conoce a un hombre
le ve una poronga sola,
abajo tiene dos bolas
que firman con otro nombre.